Introducción a la eliminación de tornillos oxidados
La eliminación de tornillos oxidados puede ser a menudo un obstáculo molesto en el curso de las reparaciones del hogar o el mantenimiento del coche. No importa si se trata de un viejo accesorio en el cuarto de aseo o de una tuerca testaruda en el vano motor; cómo quitar tornillos oxidados sigue siendo un problema que se plantea siempre. Este proceso requiere paciencia y un enfoque adecuado para no dañar las piezas cercanas. Entre los problemas habituales se encuentran las cabezas peladas y los tornillos que se han adherido al sustrato debido a la corrosión, por lo que requieren métodos y herramientas especiales.
Esta guía explora cinco enfoques eficaces para abordar este frustrante problema, garantizando que pueda avanzar en su tarea con las mínimas molestias. Cubriremos herramientas y técnicas esenciales que van desde sencillos trucos manuales hasta manipulaciones muy sofisticadas con dispositivos personalizados. Cada método sirve para diferentes propósitos a la hora de lidiar con tornillos oxidados que puedan cruzarse en tu camino, proporcionándote así un kit completo para cualquier dificultad relacionada con el óxido a la que puedas enfrentarte.
Herramientas esenciales para quitar tornillos oxidados

Para hacer frente a los tornillos que se han oxidado, es importante empezar por reunir las herramientas necesarias. He aquí algunos de estos artículos y cómo se utilizan:
Tipo de herramienta | Nombre | Descripción |
Aceites penetrantes | PB Blaster, WD-40 | Se utiliza para aflojar los efectos del óxido. Aplicar directamente sobre el tornillo oxidado y esperar varios minutos para que penetre. |
Destornilladores | Flathead, Phillips | Seleccione un destornillador que se adapte correctamente a la cabeza del tornillo para evitar que resbale o se desprenda. |
Alicates y mordazas | – | Útil cuando un destornillador por sí solo no puede mover un tornillo obstinadamente fijo, especialmente si la parte superior de un tornillo está dañada o sobresale lo suficiente como para sujetarlo manualmente. |
Kit extractor de tornillos | – | Necesario para extraer tornillos con la cabeza pelada o que rechazan otros métodos de extracción. Taladre un orificio piloto en la parte superior del tornillo y, a continuación, utilice una herramienta extractora para extraerlo. |
Linterna pequeña | – | Calienta el metal, haciendo que se expanda y simplificando así el proceso de extracción. Especialmente útil para tornillos atascados en piezas de automóviles, instalaciones de fontanería, etc. |
Martillo | – | Se utiliza para golpear ligeramente alrededor de un tornillo oxidado, lo que ayuda a que el penetrante penetre más profundamente en el óxido y facilita el giro posterior. |
Taladro con brocas de distintos tamaños | – | Necesario para crear nuevas ranuras en tornillos pelados o pretaladrar orificios para extractores, proporcionando así una nueva superficie de "agarre" para extraer los tornillos. |
Cada herramienta tiene su función a la hora de eliminar los tornillos de su sitio, además de garantizar que no se produzcan más destrozos siempre que se utilicen equipos de alta calidad. Empezar por métodos menos invasivos y avanzar hacia enfoques más drásticos, siempre que los pasos sencillos no funcionen, es lo más aconsejable en todos estos casos. Se hace así porque se garantiza que el tornillo se extrae sin causar daños adicionales a su entorno.
Método 1: Lubricación y técnica del martillo
Una de las primeras cosas que hay que hacer cuando se encuentran tornillos oxidados es aplicar un lubricante y golpear ligeramente. Aplique abundante aceite penetrante, como Liquid Wrench y PB Blaster sobre el tornillo oxidado directamente. Déjalo actuar durante varios minutos o incluso horas si es necesario. Después, golpea suavemente la cabeza del tornillo con un martillo para que los penetrantes penetren profundamente en las roscas y aflojen el óxido.
Por último, intente girar el tornillo lentamente con un destornillador bien ajustado. En este punto, el golpeteo combinado con la lubricación habrá aflojado su agarre en las roscas, permitiéndole así desenroscarlo ejerciendo menos fuerza sobre él. Esta técnica funciona bien con tornillos no demasiado oxidados y a menudo puede probarse antes de considerar otras alternativas agresivas.
Método 2: Con un extractor de tornillos

Lo esencial de un extractor de tornillos es que éstos resistan los esfuerzos iniciales de extracción. En este proceso, primero se taladra un pequeño agujero en la cabeza del tornillo atascado. Asegúrese de elegir una broca ligeramente más pequeña que el vástago del tornillo para no dañar el material circundante. Una vez taladrado el agujero, inserta en él una herramienta de extracción y gírala en el sentido contrario a las agujas del reloj. Al girarlo, este extractor se aprieta a medida que su rosca inversa se engancha en el interior del orificio taladrado y, finalmente, empieza a desenroscar la sustancia oxidada del tornillo.
Los extractores de tornillos son especialmente útiles para tornillos cuyas cabezas están peladas o que están enterrados a gran profundidad dentro de materiales. Recuerde una cosa: tenga paciencia con ellos ejerciendo una presión constante y deje que el extractor soporte la mayor parte de la carga en lugar de romper más trozos del tornillo ya dañado.
Método 3: Ranurado de tornillos pelados
En caso de que la cabeza del tornillo esté pelada o desgastada, empezar una nueva ranura es una de las formas más eficaces de solucionarlo. Utilice una herramienta rotativa equipada con un disco de corte y corte con precaución otra ranura de cabeza plana en la parte superior del tornillo. Este nuevo canal ofrece la oportunidad de utilizar un destornillador de cabeza plana para desenroscarlo. Al cortarlo, es importante que lo hagas de forma que no quede suciedad y asegures así el máximo agarre del destornillador.
Después de hacer un nuevo pliegue, vuelva a aplicar el penetrante; a continuación, deje pasar el tiempo suficiente antes de intentar desenroscar. Combinado con la alteración mecánica y la asistencia química, este método aumenta las posibilidades de lograr el éxito en la extracción de tornillos pelados o muy oxidados.
Método 4: Aplicación de calor
En aplicaciones específicas de automoción y fontanería, donde las piezas metálicas suelen atascarse debido a las altas temperaturas o a elementos externos, la aplicación de calor es un método eficaz para aflojar tornillos oxidados. Al principio, coja un pequeño soplete de butano o utilice una pistola de calor y aplíquelo con cuidado alrededor de la cabeza del tornillo y la zona inmediata. Tiene sentido introducir un poco de calor, ya que puede provocar simplemente una hinchazón del metal que se contrae al enfriarse, rompiendo a veces el sello de óxido.
No olvides utilizar el calor con seguridad. Asegúrese de que dispone de un extintor y de que no hay materiales inflamables cerca de su espacio de trabajo. Espere a que los tornillos se enfríen ligeramente antes de intentar extraerlos una vez calentados. Esta técnica suele considerarse sólo después de haber agotado todas las demás opciones, debido a sus peligros inherentes y a la necesidad de aplicar el calor con precisión.
Método 5: Extracción del alicate

Se puede utilizar un par de alicates para tratar la cabeza parcialmente expuesta o completamente rota de un tornillo corroído. En este método, se agarra la parte del tornillo que ha quedado al descubierto utilizando unas mordazas o unos alicates y se gira lentamente en una dirección y luego en la otra. Esto ayudará a debilitar la corrosión que sujeta el clavo.
Para los tornillos cuyas cabezas están cortadas por completo, puede que haya que taladrar un pequeño orificio dentro de su eje y luego agarrarlo por este orificio con unos alicates, o bien utilizar un extractor de tornillos como se describe en el método 2. Las mordazas son especialmente útiles cuando se dispone de suficiente material real del que está hecho cualquier objeto y no hay que preocuparse por dañarlo después de extraerlo.
Precauciones de seguridad al retirar tornillos oxidados
Al retirar tornillos oxidados, es esencial dar prioridad a la seguridad para protegerse a sí mismo y a su espacio de trabajo. Estas son algunas pautas fundamentales que debe seguir:
- Lleve equipo de protección: Utilice siempre guantes protectores y gafas de seguridad. Estos elementos le protegen de peligros potenciales como escombros que salen despedidos y bordes afilados, que son habituales cuando se trabaja con tornillos oxidados o dañados.
- Estabilice su espacio de trabajo: Asegúrese de que su zona de trabajo es estable y está bien iluminada. Un entorno seguro evita accidentes, mientras que una buena iluminación te ayuda a ver lo que estás haciendo, reduciendo el riesgo de cometer errores.
- Manipule las herramientas con precaución: Las herramientas eléctricas y las fuentes de calor pueden ser peligrosas. Manipule estas herramientas con sumo cuidado y siga siempre las instrucciones de seguridad del fabricante para evitar accidentes.
- Utiliza los productos químicos con seguridad: Cuando utilice productos químicos como los penetrantes de óxido, asegúrese de seguir todas las instrucciones de seguridad proporcionadas por el fabricante. Trabaje en una zona bien ventilada para evitar inhalar humos nocivos.
- Considere la ayuda profesional: Si se encuentra con un tornillo especialmente difícil de quitar y forma parte de una estructura crítica, como en la automoción o la construcción, puede que sea más seguro y eficaz pedir ayuda a un profesional. Esto puede evitar daños a componentes cruciales y garantizar que el trabajo se realiza de forma segura.
Siguiendo estas precauciones de seguridad, podrá retirar tornillos oxidados de forma eficaz y segura sin poner en peligro su seguridad ni dañar su proyecto.
Consejos para evitar que los tornillos se oxiden en el futuro
Para evitar cualquier posibilidad de oxidación en los tornillos, es importante que tengas en cuenta el futuro y te asegures de no arruinar tu trabajo. Aquí tienes algunas medidas que te ayudarán:
- Inhibidores de óxido/sellantes: Especialmente en entornos con humedad, estas sustancias deben aplicarse sobre los tornillos. Esta capa sirve de barrera para impedir que el agua y el aire provoquen óxido.
- Mantenimiento e inspecciones periódicas: Compruebe siempre los primeros signos de corrosión en tornillos y otras piezas metálicas. Detectar el óxido en su fase más temprana ayuda a evitar la destrucción extrema mediante la adopción de medidas preventivas.
- Tornillos de acero inoxidable o con revestimiento: Utilice tornillos de acero inoxidable o con revestimiento protector. Estos componentes no se oxidan fácilmente, por lo que pueden alargar la vida útil de los tornillos.
- Controle la exposición al entorno: Siempre que sea posible, mantenga sus tornillos y otras piezas metálicas en un lugar seco y en condiciones reguladas. Reducir su exposición a condiciones climáticas húmedas o mojadas puede disminuir significativamente las posibilidades de oxidación.
- Aplique grasa o aceite: Añada una pequeña cantidad de aceite o grasa a los tornillos que se utilizan en las máquinas, esto actúa como una barrera contra la humedad evitando así la corrosión.
- Instalación correcta: La forma adecuada de asegurarse de que el agua no entre en las grietas donde puede provocar oxidación es apretando bien el tornillo y viendo que quede a ras de la superficie.
Puede evitar frustrarse por culpa de tornillos oxidados si actúa de antemano. En caso de que haya probabilidades de que se humedezcan, aplique un inhibidor contra el óxido en el propio tornillo. Realizando un mantenimiento y comprobaciones regulares, podrá discernir los síntomas iniciales de oxidación y tomar así precauciones antes de que se desarrolle por completo una oxidación extensa. También es de gran ayuda cuando se utilizan materiales de acero inoxidable o tipos que han sido recubiertos contra las infecciones de óxido.
Conclusión
Deben utilizarse estrategias y herramientas adecuadas para evitar causar daños al extraer los tornillos que se han oxidado. Puede simplificar considerablemente las tareas de mantenimiento utilizando lubricantes, así como desarrollar métodos más avanzados como tratamientos térmicos y herramientas de extracción a través de los medios mencionados. Además, las inspecciones periódicas y el uso de inhibidores de óxido son algunas de las medidas preventivas fundamentales para preservar la validez y la eficacia de los proyectos.
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